Así se vé ahora este lindo pueblo, después de las cenizas del volcán Chaitén.
Nuestra oración y mucha fuerza a todos sus habitantes y a las personas de Chaitén, que han tenido que abandonar su hogar, su casa, su tierra, sus mascotas. Dios y la Vírgen los ayudará y protegerá y sepan que todas las comunidades están con ellos.
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