Todos los martes del año, llueva o truene, un grupo de hermanos de la Capilla San Juan, salen en la noche a buscar a otros hermanos que viven y duermen en la calle, que están desamparados y abandonados, para compartir con ellos un plato de comida y una taza de café,
pero por sobre todo, para darles una palabra de amor y de aliento .
Hay personas que hacen un círculo donde cabe su familia, y los cuidan y protegen. Pero hay también otros hermanos que hacen un círculo más grande, donde además de su propia familia, caben también otros hermanos que sufren, y ellos los cuidan y protegen.
Un ejemplo de estos últimos hermanos y hermanas, son los bienaventurados de la Capilla San Juan.
¡¡¡Que Dios los bendiga y los guarde por muchos años!!!
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